¿Estudiar hasta tarde o levantarse temprano para estudiar? ¿Qué es más conveniente? Aquí te explicamos qué es lo mejor para estudiar, según una investigación acerca del tema.

Hay una contradicción en la vida del estudiante de secundaria o del nivel superior. Por un lado, se le exige cuidar sus horas de sueño, pero por otro, la exigencia académica hace que tengan que invertir muchas de esas horas de sueño en estudiar o terminar trabajos.

Ante esa realidad, solo queda adaptarse, pues es parte de la naturaleza formativa de la vida académica. Sin embargo, es importante preguntarse qué conviene más: quedarse hasta tarde quemando las pestañas o dormir una cantidad prudente de horas acostándose temprano y despertándose antes de lo habitual para concluir el trabajo.

Hay quienes señalan que es un tema de personalidad. Que hay gente más “nocturna” y otras cuyo desempeño es más óptimo por las mañanas. Sin embargo, un estudio realizado por la Universidad de Texas halló que, en general, el desempeño de los estudiantes que se levantan temprano a estudiar es mayor que el de aquellos estudiantes que acostumbraban desvelarse.

La clave está en un concepto llamado cronoterapia que consiste en ajustar de manera eficiente nuestro reloj biológico para hacer coincidir los momentos de más alto desempeño con las horas del día en las que normalmente funcionamos mejor. Esto quiere decir que no solo debes dormir las horas que te corresponden (de 7 a 8 horas diarias), sino que debes tratar de que sea durante la noche para que aproveches el día desde temprano.

Sugerencias para “resetear” tu reloj biológico

Asegúrate de dejar la cortina de tu ventana un poco abierta para que la luz de la mañana, ayude a que tu cuerpo empiece a funcionar a la hora que debe.

Existen en el mercado suplementos con melatonina, también conocida como la “hormona del sueño” que pueden ayudar a regular tu ciclo de sueño. No son pastillas para dormir. Las puedes tomar hasta cinco horas antes de tu hora de sueño.
Compra una buena almohada. Es importante invertir en una almohada cómoda y que asegure mantener tu cuello y espalda alineados. Una mala postura al dormir causa estrés que no permite descansar al 100%.
Elimina aparatos y pantallas distractoras de tu cuarto. Asegúrate de que al acostarte no haya nada que te distraiga ni obligue a estar alerta.

Si te cuesta trabajo conciliar el sueño por el cambio de horarios, no tengas miedo de utilizar mascarillas o música relajante en el cuarto.

Fuente: http://www.perueduca.pe