Estrategias de Aprendizaje en el área de Educación Religiosa primaria

Lee el siguiente texto de información y subraya las ideas más importantes:

A partir de nuestro Bautismo, asumimos diversas responsabilidades que nos van a acompañar a lo largo de nuestra vida, y que con la ayuda de Dios podemos hacerlas realidad. Ser cristiano no es fácil, pero sí necesario para la transformación de este mundo según el deseo de Dios:

a) Debemos portarnos según nuestra Dignidad: SOMOS HIJOS DE DIOS, por lo mismo, debemos realizar lo que Dios nos ha pedido que realicemos para alcanzar la perfección, la felicidad y la santidad: Los diez mandamientos.

b) Desde que nos bautizamos pertenecemos al nuevo pueblo de Dios que es la Iglesia. Por lo mismo, debemos amarla, respetarla, valorarla y quererla porque es nuestra Madre y Maestra en la Fe.

c) Respetar y valorar nuestro cuerpo porque es a partir del Bautismo, TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO, lo más sagrado y valioso que tenemos d) Participar activamente en el triple ministerio de Jesús:

1. Profeta: Anunciando la verdad y la Palabra de Dios a todas las personas, denunciando el pecado y todo o malo que se hace en la sociedad
2. Sacerdote: Ofreciéndole a Dios nuestras penas, sacrificios, dolores, alegrías, gozos, como muestras de nuestro amor a Él
3. Reyes: Mediante la lucha espiritual para vencer en sí mismos el reino del pecado y después en la propia entrega para servir, en la justicia y en la caridad, al mismo Jesús presente en todos sus hermanos, especialmente en los más pequeños.

e) Aceptar y amar al prójimo como a nosotros mismos, cumpliendo con ellos las obras de misericordia corporales y espirituales.

f) Cumplir con mucha responsabilidad nuestros deberes como hijos, hermanos, estudiantes, amigos, vecinos, etc., haciendo todo perfectamente bien, en la fuerza del amor. Sólo así podemos alcanzar la Santidad.

g) Evitando Toda clase de tentaciones y pecados y si por debilidad caemos, arrepentirnos por ofender a Dios y reconciliarnos con Él a través del sacramento e la Confesión.

1. La Biblia alaba a Abraham porque creyó con toda esperanza y porque nunca dudó de que Dios sí cumple lo que promete, aunque parezca imposible:

a) Abraham nos da ejemplo de disponibilidad, obediencia y entrega total a los planes de Dios. Abraham estaba tranquilo y seguro en su tierra, cuando Dios lo llamó y le manifestó su deseo: «Sal de tu tierra y de tu parentela y vete a la tierra que yo te mostraré» (Gén 12, l).

b) Dios le pedía dejar su seguridad y fiarse de Él, arriesgarse y marchar a una tierra desconocida. Y ya estaba anciano. Podía pensar: ¿y el clima me sentará bien? ¿Y mi salud? Tengo 75 años. ¿Tendré que aprender otra lengua? ¿Para qué todo esto? Pero Abraham no pregunta, no pone condiciones, se fía de Dios y se arriesga con todos sus bienes y su familia ¿Valió la pena? La historia ha demostrado que sí. Con Dios siempre ganamos. El siempre triunfa al final. Abraham no pide a Dios el mapa del viaje ni el certificado de que todo saldrá bien. Simplemente se fía, apuesta por Dios, obedece y calla. Y Dios lo bendice. Dios nunca se deja ganar en generosidad.

c) Aprendió a fiarse de Dios y siguió fiándose hasta su muerte. Cuando tenía ya 100 años y Sara 90 ( Gén 17,17), Dios le promete un hijo y se lo da. ¡Qué grandes son las maravillas de Dios! Y, cuando ya estaba Isaac jovencito, Dios se atreve a pedirle el hijo de su ancianidad, su único hijo, en quien tenía cifradas todas sus esperanzas y hasta las promesas de Dios. «Anda, coge a tu hijo, tu unigénito, a quien tanto amas, a Isaac y vete a la tierra de Moriah y ofrécemelo allí en holocausto» (Gén 22,2). ¿Podía Dios pedirle más que eso? ¿Lo que más amaba en su vida? Y Abraham no sabe cómo Dios cumplirá sus promesas.., pero se fía de Él y se lo entrega y va a sacrificar a su hijo al monte Moriah. Su vida no es suya, le pertenece totalmente a Dios.

Él no tiene por qué decidir su futuro, está en manos de Dios… Y obedece sin rechistar. Es, entonces, cuando el amor de Dios se desborda y le dice: «Por mí mismo juro, que por haber tú hecho tal cosa, de no perdonar a tu hijo, a tu unigénito, te bendeciré largamente y multiplicaré grandemente tu descendencia como las estrellas del cielo y como las arenas de las orillas del mar .. y en tu posteridad serán benditas todas las naciones de la tierra, por haberme tú obedecido» (Gén 22,16-18).

d) Todo un ejemplo para nosotros, que buscamos nuestras seguridades, y, a la hora de los problemas, nos fiamos más del médico o del amigo que del mismo Dios. Y, cuando tenemos que obedecer algo que no nos gusta o en lo que no estamos de acuerdo, ponemos mil excusas para evitarlo. Pero no puede haber entrega total sin obediencia y sin renuncia a nuestras propias ideas. Hay que saber llevar la cruz de cada día. Hay que decir con todo el corazón: Totus tuus, todo tuyo, haz de mí lo que tú quieras, sea lo que sea te doy las gracias, porque te amo y confío en Ti, porque Tú eres mi Padre, mi Señor y mi Dios y yo te amo y yo confío en Ti. Ser todo de Dios es ser todo del prójimo.

Estrategias de Aprendizaje en el área de Educación Religiosa. Excelente material para trabajar con los niños de primaria. Contiene ejercicios con preguntas. Esperemos sea de gran aporte para nuestros colegas. Archivo en PDF descargar abajo.

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