20 Actividades para fortalecer la motricidad fina
Cuando los niños tienen problemas en el desarrollo de movimientos de motricidad fina es necesario realizar actividades para practicar los movimientos, y si no existen problemas, también es bueno practicar estas actividades cuando los niños son pequeños para mejorar aún más sus capacidades. De esta manera se desarrollarán mejor los músculos pequeños de la mano de los niños.
Actividades para desarrollar la motricidad fina de tu hijo.
Hacer pulseras o collares con cuentas.
La motricidad fina es una parte esencial del desarrollo de los más pequeños y comprende todas aquellas actividades que implican precisión, un alto nivel de coordinación óculo-manual, una fuerza controlada y una buena concentración. Su dominio además será fundamental para la adquisición de determinadas habilidades y aprendizajes posteriores como la escritura.
Antes de que puedan aprender a escribir, tendrán que fortalecer los músculos de las manos y las muñecas que se utilizan en el proceso de la escritura. Este proceso se conoce como el desarrollo de habilidades motoras finas. Cada vez que tus hijos hacen garabatos con lápices de colores, recortan, moldean, abotonan…están desarrollando estas importantes habilidades.
Estos ejercicios favorecen el control progresivo de los movimientos de los dedos y de las manos, y son causa directa del control de la motricidad fina. No podemos esperar que sean capaces de escribir si aún no han desarrollado la fuerza necesaria en sus manos y dedos.
Ejercicios de manos:
- Abrir y cerrar las manos, primero despacio y luego más de prisa.
- Abrir y cerrarlas alternativamente (al principio muy despacio).
- Con la mano dominante cerrar el puño encima de la mesa e ir sacando los dedos uno a uno. Como al principio les cuesta trabajo, animábamos este ejercicio tocando el piano imaginario encima de la mesa.
- Poner una palma pegada a la otra y hacer círculos sin “despegarlas” en distintas direcciones.
- Con los dedos entrelazados y frotando la palma de las manos, moverlas para dentro y para fuera sin que los dedos dejes de estar entrelazados. Cuando realizamos ejercicios que conlleven algo de tensión, como en este caso, al terminarlos sacudíamos las manos para relajarlas.
Ejercicios de dedos:
- Con la mano estirada sobre la mesa y los dedos juntos, ir separándolos uno a uno con la ayuda de la otra mano mientras sea necesario.
- Levantar los dedos de la mesa uno a uno, primero con ayuda hasta que pueda hacerse sin ella.
- Arrastrar la mano o arrastrar uno, dos, tres… dedos por una superficie lisa, rugosa, con arena, sobre diferentes tipo de papel, madera…(sirve para sensibilizar las yemas de los dedos).
- Tocar los diferentes dedos de la mano con el dedo pulgar de esa mano por orden y empezando por el meñique.
“Andar” con la palma de la mano (como los elefantes) ejerciendo presión sobre la superficie o con las cinco puntas de los dedos (como las los gatos) suavemente.
Ejercicios de brazos:
- Acostados en el suelo con los brazos un poco separados del cuerpo levantar y dejar caer los brazos relajadamente.
- Con las manos encima del pecho, una encima de otra, levantar los codos.
- Poner los brazos en cruz con las palmas de las manos apoyadas en el suelo y arrastrarlas hasta pegarlas al cuerpo.
- Estirar los brazos fuertemente hacia arriba, bajarlos y “dejarlos descansar”.
- Con los brazos en cruz, levantarlos unos 10 centímetros del suelo alternándolos, y a continuación descansar.
Actividades para desarrollar la motrocidad fina de tu hijo
Hacer pulseras o collares con cuentas
Jugar con plastilina
Pintar con los dedos
Clasificar las rocas
Juegos con pinzas
Plastilina para ayudarles a recortar
Trabajo con gomas
Motricidad fina con pajitas
Mini tendedero infantil