“El juego es una herramienta, una forma de comunicación y de expresión, el aprendizaje es más significativo cuando lo hacemos entretenido…Nunca dejamos de aprender y nunca deberíamos dejar de jugar”

El aprendizaje es susceptible de ser cuantificado en tres niveles: En la aprehensión de una habilidad concreta: en la adquisición de un conocimiento concreto: en la consecución de un cambio de actitud. Dependiendo de la medición de estos aspectos. El juego es una necesidad permanente en la vida del ser humano, tenga la edad que tenga. El juego como estrategia de aprendizaje. La teoría psicogenética considera al juego como la expresión y condición para el desarrollo del niño. El cumple un rol esencial en la formación de la personalidad.

1.-“Esto es un…qué?!” (Dinámica de integración)
Se sientan todos los participantes en círculos y se les explica la dinámica: el/la facilitador/a tendrá en su mano un objeto (puede ser cualquier cosa pequeña) y solo él sabrá lo qué es, comienza por su mano derecha diciendo: “Esto es un lápiz (por ejemplo), quien recibe pregunta, un qué; un lápiz, responde el facilitador”. Entonces quien recibió, repite lo mismo a su compañero/a, esto es un lápiz…un qué? Como él no sabe lo que es debe preguntar al facilitador, un qué, un lápiz, responderá y el otro repite al último que preguntó. La idea es que una vez pasado el objeto, Nadie sabe lo que es, por lo que la pregunta de Un qué, siempre debe volver hasta el facilitador.

Esta dinámica se modifica, por ejemplo, haciendo gestos exagerados al decir lo que es el objeto; cambiarle el nombre, si tenemos un lápiz decimos estos es un paralelepípedo u otras cosas complejas y si los participantes dominan el juego con rapidez, se puede hacer doble: el facilitador parte con un objeto por mano derecha y otro diferente por mano izquierda.

2.-“Rio turbio” (dinámica de integración y concentración)
Se necesitan tapitas de botella o piedritas para esta dinámica. Los/as participantes sentados/as en un círculo en el suelo o alrededor de una mesa, cada uno/a con una tapita en la mano y siguiendo el ritmo de una canción pasará a un tiempo la tapita a su compañero/a de la derecha (nunca se queda sin tapita porque recibe la que les llegó) y cantan: “Por el rio corre un agua turbia, turbia”. Se va acelerando cada vez más el pulso de la canción y al adquirir rapidez los/as participantes suelen subir también la voz. Se puede ir sacando a los jugadores cuando alguno pierde el ritmo y se acaba cuando quedan 3 participantes.

Nunca dejamos de aprender y nunca deberíamos dejar de jugar”

Libro 500 Dinámicas Grupales. Archivo completo en PDF.

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